¿Les he dicho antes que amo los libros en que las protagonistas son
bloggeras o youtubers? ¡Pues sí, lo hice el año pasado cuando reseñé cierto
libro! Y hoy se los vuelvo a recalcar. He seguido a Estefanía Yepes en su
carrera de escritora, desde que autopublicó hasta que firmó con editorial y
debo decir que desde que leí su libro: “Quiero que conozcas a alguien” no he
dejado de seguirla porque es una grandiosa escritora y tiene un talento único.
Además, que todos sus libros son una pasada de bonitos. Hasta el momento, he
leído todos los libros que tiene publicados y espero que publique muchísimos
más porque es súper talentosa. Por eso, hoy les traigo la reseña #19 la cual
habla sobre: El espejo de #cookiecruz.
Título: El espejo de #cookiecruz
Autor: Estefanía Yepes
Editorial Vanir
Colección Novela Romántica
Fecha de publicación: Diciembre 2015
Número de páginas: 410
Sinopsis:
Un sillón. Un maldito sillón de IKEA había sido mi perdición. Por culpa de aquella butaca me hallaba yo en aquella situación. ¿A quién se le ocurría robarle un sillón a un vecino? Me sorprendí a mí misma recordando de golpe el día en que me mudé. No hacía mucho de aquello, pues habían pasado tan solo unas pocas semanas ―treinta días para ser exactos―, pero cuántas cosas habían sucedido desde entonces. Si le contara a alguien que debido al hecho de que me habían robado el sillón, había terminado con una cita en un restaurante nudista con un chico al que a duras penas conocía, me había sometido a un ridículo casting para un programa infantil tan absurdo como sus disfraces e, incluso, había cuidado de un perro más grande que yo durante un día y me había comprometido a la ardua tarea de recoger sus enormes… cosas…
¿Pensáis que me creería?».
Me llamo Valentina, tengo treinta y dos años y esta es parte de mi historia
Un sillón. Un maldito sillón de IKEA había sido mi perdición. Por culpa de aquella butaca me hallaba yo en aquella situación. ¿A quién se le ocurría robarle un sillón a un vecino? Me sorprendí a mí misma recordando de golpe el día en que me mudé. No hacía mucho de aquello, pues habían pasado tan solo unas pocas semanas ―treinta días para ser exactos―, pero cuántas cosas habían sucedido desde entonces. Si le contara a alguien que debido al hecho de que me habían robado el sillón, había terminado con una cita en un restaurante nudista con un chico al que a duras penas conocía, me había sometido a un ridículo casting para un programa infantil tan absurdo como sus disfraces e, incluso, había cuidado de un perro más grande que yo durante un día y me había comprometido a la ardua tarea de recoger sus enormes… cosas…
¿Pensáis que me creería?».
Me llamo Valentina, tengo treinta y dos años y esta es parte de mi historia
La protagonista se llama Valentina —también es conocida como la Novata—
y es un chica trabajadora, ha logrado todo lo que se ha propuesto y ahora tiene
un trabajo de vicio. Además, que tiene un canal en Youtube con bastante éxito
donde sube tutoriales de maquillaje y hasta llega a tener más de quince mil
visitas. Eso para cualquier blogger@ o youtubers es demasiado, lo cual ni ella
misma se cree la cantidad de personas que la ven. Y también me encanta como
Estefanía describe sus vídeos porque son realmente buenos o como interactúa con
sus seguidoras.
Valentina se muda buscando un ascenso en su trabajo y la empresa le
proporciona un departamento bastante accesible donde el día en el que se muda
le pasa algo súper raro. Como el camión de la mudanza le dejó los muebles en la
calle, ella tuvo que subirlos solita al sexto piso y le robaron un sillón dejándole
una nota bastante loca.
Ella quiere su sillón de vuelta, lo que no sabe es que tiene que hacer
cosas que nunca pensó que haría para recuperarlo y en el camino descubre que el
amor también hay un corrector de ojeras.
Tristán Badía es un modelazo que vive de aquí para allá, prestando su imagen a distintas
empresas y luciendo cada día como un personaje bastante ocurrente y lo más loco
es que cada día que pasa pareciera que lo hubiesen sacado más bien de un
carnaval. Caracterizado con esa sonrisa de oreja a oreja que suele tener,
bastante picarona, le quiere hacer una pequeña broma a su nueva vecina sin
saber el resultado que ésta conlleva. Sabía que todo aquello era una locura,
pero lo que no esperaba era que saldría con un mote bastante gracioso el cual es:
Chococrispi. ¡Y el cual a mí me encantó!
A pesar que Tristán —ais me encanta ese nombre— es todo un personaje carga
con ciertas cosas por dentro y tiene temores que no demuestra, pero que poco a
poco se irán adueñando de él y tiene que saber controlarlos para conseguir lo
que quiere y no rendirse para nada.
Otros personajes secundarios que me encantaron fueron: 1) Érica, se
convierte en la mejor amiga de Valentina, es psicóloga y escritora de libros de
autoayuda. Me encantó el personaje, bastante loco —aunque no tanto como Val—,
tiene unas ocurrencias buenísimas y unos consejos que te son estupendos. 2) Josefina,
es la señora mayor que vive en el edificio la cual es un solote y un amor. Con
unas anécdotas bastante ocurrente y un humor bastante peculiar. Por último el
otro que me encantó fue: 3) Artiz, el cual fue jefe de Valentina y un
muy buen amigo. A pesar de todo era un hombre bastante majo y creo que
cualquier chica en su sano juicio se volvería loco por él porque tiene un poco
de todo.
Otro personaje que salió fue Max, que al final no termina siendo un
buen personaje secundario, pero bueno, como él hay bastantes.
Te invito a sumergirte en esta linda historia llena cosas buenas y sobre
todo de aventuras inesperadas. Si no has leído nada de Estefanía Yepes te
invito hacerlo porque es una grandiosa escritora y todos sus libros te dejarán
con ganas de más.
Para El espejo de #cookiecruz:
Hola
ResponderEliminarHe leído los dos libros anteriores de ella y me gustaron mucho, sin embargo éste aún no lo leí. No lo descarto, ya que me gusta como escribe.
Besotes.
Lo leí y aunque me gusto y me reí mucho me falto algo en esta historia, pero es verdad lo que da de si un sofá de ikea!!
ResponderEliminarme ha encantado la reseña
Besos!!
Al ritmo de mis tacones